En mi opinión la desregulación y unificación de
mercados son requisitos básicos que sientan las bases de una economía ágil, con
capacidad de afrontar en mejores condiciones las crisis económicas y de
fomentar el crecimiento económico. Esta desregulación exige acometer una
profunda reforma de sistema de financiación autonómica que exigirá, entre otras
medidas, una revisión de la normativa existente en materia de tributos propios.
Es cierto que tanto la Constitución como Ley
Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación de las Comunidades
Autónomas (LOFCA), establecen que las Comunidades Autónomas tienen capacidad
para la creación de tributos propios, pero también lo es que la LOFCA establece
límites a la potestad tributaria autonómica en relación con el sistema
tributario estatal y local impidiendo que las CCAA puedan crear tributos
propios sobre hechos imponibles ya gravados por el Estado o por los tributos
locales. Asimismo, impone a los tributos propios autonómicos otros límites
derivados de principios como el de territorialidad y el de libre circulación de
personas, mercancías y servicios.
Observamos como el sistema autonómico ha
introducido una enorme complejidad administrativa y ha puesto obstáculos al
libre funcionamiento del mercado. Como ejemplo de ello están los impuestos
propios y recargos que, en el ejercicio 2015 y para las Comunidades Autónomas
de Régimen Común, han sido los siguientes:
Cataluña
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· Año 2015
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- Año 2015
- Año 2015
- Impuesto sobre tierras infrautilizadas
- Impuesto sobre emisión de gases a la atmósfera
- Impuesto sobre vertidos a las aguas litorales
- Impuesto sobre depósito de residuos radiactivos (sin
efecto)
- Impuesto sobre depósito de residuos peligrosos
- Canon de mejora de infraestructuras hidráulicas
de depuración de interés de la Comunidad Autónoma
- Impuesto sobre los depósitos de clientes en las
Entidades de Crédito (sin efecto)
- Impuesto sobre las bolsas de plástico de un solo
uso
Es curioso observar como es Cataluña la Comunidad
donde existe un mayor número de tributos propios, circunstancia que afecta
negativamente al dinamismo económico necesario para acelerar su recuperación
económica.
Hay que seguir apostando por un mercado único
estatal como el mejor camino para que las empresas españolas puedan crecer y
expandirse con el consiguiente impacto positivo en la creación de empleo.
Esta es mi opinión
Pablo Sáez Alonso-Muñumer
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