lunes, 16 de mayo de 2016

EL PP: CINCO ACUERDOS CON CINCO DECEPCIONES


Se acercan unas nuevas elecciones y los españoles volveremos a escuchar como los partidos políticos presentarán sus propuestas envueltas en grandes acuerdos para dar respuesta a las principales preocupaciones de los españoles.

 

Los españoles volveremos a tener la posibilidad de comparar propuestas con realidades, palabras con hechos y compromisos con cumplimientos.

 


 

Debemos, como síntoma de madurez democrática, analizar los últimos cuatro años de gobierno y ver en que se han concretado los cinco acuerdos que ahora propone el Partido Popular.

 

  1. El crecimiento económico y el empleo.

 

Que estamos asistiendo a un periodo de crecimiento económico y de recuperación del empleo es innegable, aunque también lo es que el crecimiento de estos últimos cuatro años ha sido muy inferior al registrado por los países de la Unión Europea.

 


 

No obstante cuando entramos a valorar como se han comportado las cuentas públicas para conseguir este pequeño incremento del PIB, vemos como la deuda pública se ha incrementado un 44% en este periodo (338 mil millones) que suponen 7.511 euros de aumento per cápita.

 

Asumiendo que todos los países tienen como parte de sus objetivos el crecimiento, es difícil explicar cómo al finalizar el año 2015 España es el país con el déficit público más alto de la UE tras Grecia (el más alto excluyendo intereses de la deuda) y el único con déficit presupuestario primario (1,9% del PIB).

 

La reducción de la tasa de paro siempre es una buena noticia aunque mejor sería si viniera acompañada de un aumento de la población ocupada la cual aún permanece en cifras inferiores al cuarto trimestre de 2011.

 


 

 

  1. Mantener los pilares básicos del Estado del Bienestar (pensiones, sanidad, educación pública, servicios sociales).
     

Para mantener los pilares básicos del Estado del Bienestar hay que legislar con sentido de Estado no dejándose llevar por propuestas electoralistas con impacto a corto plazo pero difícilmente sostenibles en el medio y largo plazo.

 

Desde luego hemos echado en falta voluntad para acometer las siguientes reformas:

 

  • Una verdadera reforma de las pensiones que asegure su viabilidad futura y que reclaman todos los expertos a la vista de la evolución de la pirámide demográfica.
     
  • Una reforma de la Sanidad que apueste que coloque a la persona como el centro del servicio e introduzca la tarjeta sanitaria única en todo el territorio nacional.
     
  • Un Acuerdo Nacional sobre Educación centrado en un nuevo modelo educativo que sitúe a España como país de referencia en calidad. Un Acuerdo que garantice el uso del español como lengua vehicular de enseñanza y que el Partido Popular no ha sabido garantizar.

 

  1. La defensa de la unidad de España, de la soberanía nacional y la igualdad de todos los españoles, sean quienes sean, vivan donde vivan y hayan nacido donde hayan nacido.

 

Tan solo la defensa de la unidad de España constituye un objetivo que nos debería unir a todos los españoles contra el independentismo. Pero dicho eso, debemos analizar si tras cuatro años y medio de gobierno del Partido Popular hay más o menos España. Veamos las experiencias vividas y tras ello que cada uno juzgue:

 

  • Referéndum (consulta popular para quienes se quieren engañar a sí mismos) Catalán del 9N
     
  • Radicalización del independentismo catalán con una hoja de ruta para la independencia
     
  • EH Bildu en el gobierno de Navarra y al asalto del gobierno del Pais Vasco
     
  • Incremento de las actitudes disgregadoras potenciadas por sentimientos egoístas de las Comunidades Autónomas.

 

  1. 4. La defensa de los derechos más fundamentales que tienen las personas. Su vida, su libertad y combatir al terrorismo aquí y fuera de aquí.

 

Es sin ninguna duda este punto en el que se ha producido un profundo alejamiento de los principios y valores que siempre ha representado una opción “de derechas” en España. Indigna sobremanera:

 

  • El olvido de la defensa de la vida al mantener una Ley de plazos que prometieron derogar.
     
  • La negligencia en la aplicación de la  Ley de Partidos Políticos que permite perseguir por ley a aquellos que buscan "deteriorar o destruir el régimen de libertades”.
     
  • La indolencia ante quienes reclaman libertad para educar a sus hijos en el idioma español.
     
  • La apatía en la defensa de las víctimas del terrorismo y la dejadez  en el apoyo en sus reclamaciones sobre memoria, dignidad y justicia contra el terrorismo.

 

  1. 5. Intentar dar respuesta con todos los procedimientos posibles a todos los casos de corrupción.
     

Es, evidentemente, un acuerdo al que deben llegar los todos los partidos políticos y en el que no sería justo acusar a un partido entero por el comportamiento de unas personas concretas. No obstante, dicho eso, por un lado una estructura de un Estado sobredimensionado y con una gran influencia en la economía, y por otro un partido salpicado por numerosos casos de corrupción y comportamientos poco éticos (Bárcenas, Gürtel, Púnica, sobresueldos, etc) hacen necesario el apoyo a una opción liberal conservadora con ideas claras sobre el Estado y limpia de casos de corrupción.

En definitiva un SI convencido a los cinco grandes acuerdos propuestos por el PP pero un SI rotundo a la necesidad de alcanzarlos desde una posición clara y comprometida con los valores liberal conservadores. Una posición que hoy ocupa VOX.

Esta es mi opinión

Pablo Sáez Alonso-Muñumer

Ldo. en Ciencias Económicas

Vicesecretario del Consejo Político de VOX

domingo, 1 de mayo de 2016

POCA CONFIANZA EN LOS PROGRAMAS DE ESTABILIDAD DEL PP


El Consejo de Ministros ha presentado recientemente la actualización del Programa de Estabilidad para los ejercicios 2016 a 2019. Se contemplan en el mismo una serie de datos objetivo dentro de la denominada senda de estabilidad de estabilidad presupuestaria:

  • Una reducción progresiva del déficit público hasta situarlo en el 1,6% del PIB (0,9 en la Administración Central y 0,7 en la Seguridad Social) en 2019.
  • La consecución de superávit primario (ingresos públicos menos gastos públicos intereses excluidos) del 0,4% del PIB en las cuentas públicas en 2018 y de un 0,9% en 2019.
  • Una reducción de la deuda pública hasta situar la misma en un 96% del PIB al finalizar el periodo


Las cifras, aunque no muy ambiciosas, no son malas. Dicho esto, nos debemos preguntar si son creíbles. Para ver el grado de confianza en las estimaciones del gobierno del Partido Popular lo mejor es realizar un análisis comparativo entre las cifras presentadas en 2012 y los datos reales alcanzados. Conviene recordar que la actualización del Programa de Estabilidad de 2012 modificó de forma sustancial las estimaciones realizadas en 2011 a la luz de la existencia de un déficit superior al objetivo anterior y al cambio de las perspectivas de crecimiento. Es decir, tras conocer la situación real de las cuentas públicas dejada por el PSOE.

Veamos la evolución prevista y los datos reales alcanzados:

  • Déficit Público
     

La desviación ha sido creciente durante los años de gobierno popular y ha terminado en la increíble cifra del 361,8%. Creo que la experiencia nos dice que lo lógico es dudar de las estimaciones realizadas para los siguientes cuatro años. Por otro lado, si me gustaría destacar que estimar un déficit de la Seguridad Social de tan solo un 0,7% del PIB en 2019, a menos que el gobierno esté pensando en cubrir ciertas pensiones con impuestos, es una verdadera tomadura de pelo.

La falta de control del gasto público es palpable al comparar como, en 2012 se perseguía un déficit del 37,7% del PIB al cierre del ejercicio 2015, ascendiendo el dato real al cierre de 2015 al 43,32%.

  • Déficit presupuestario primario
     
     
    Podemos ver como el gobierno estimaba alcanzar superávit primario en 2013, recordemos que ahora lo estima para 2018, o sea 5 años después. Observamos también como al cierre del 2015, frente a un superávit estimado del 2% hemos terminado con un déficit del 1,9%.
     
  • Deuda Pública
     

El elevadísimo nivel de deuda pública es uno de los grandes fracasos de la política económica del Partido Popular y una clara muestra de lo alejada que está de los principios liberales que decían defender. Una deuda en niveles cercanos al PIB es una verdadera hipoteca para el futuro, un grave riesgo ante la subida de tipos de interés y un obstáculo para la financiación de la iniciativa privada.

Vemos por tanto que los datos reales alcanzados confirman que las estimaciones realizadas en el ejercicio 2012 distan mucho de la exactitud. Es una evidencia incuestionable. Ahora cada uno es libre de creer las cifras contenidas en la Actualización del Programa de Estabilidad 2016-2019. Yo no me las creo y además estoy convencido que tampoco se las creen quienes las han presentado. Volvemos a asistir a un episodio más de la utilización de la economía como argumento electoral por parte del Partido Popular.

El Partido Popular debería llevar a cabo una reflexión profunda tanto sobre las estimaciones de la eficacia de sus políticas como de le necesidad de profundizar en reformas estructurales que impulsen la recuperación de la economía a niveles existentes antes de la crisis. Hablamos de responsabilidad y de valentía, cualidades que los españoles debemos exigir a los políticos y valorar cuando pensemos a quien dar nuestro voto.

Esta es mi opinión

Pablo Sáez Alonso-Muñumer

Ldo. en Ciencias Económicas

Vicesecretario del Consejo Político de VOX