miércoles, 1 de noviembre de 2017

Es urgente cerrar las ruinosas TV3 y Catalunya Radio

Observamos con asombro como el gobierno de España ignora el papel jugado por los medios de comunicación públicos en Cataluña al servicio del independentismo. El papel de TV3 y Catalunya Radio como medios de propaganda y su indudable influencia a la hora de informar a los ciudadanos ha sido (y es) clave para entender como ha calado y se ha extendido el sentimiento separatista. Nadie con dos dedos de frente duda que, ante la convocatoria de las próximas elecciones, es imprescindible intervenir los medios públicos con objeto de garantizar la pluralidad informativa y el respeto a la Ley. Por desgracia no parece ser esa la idea del gobierno de España.

Las televisiones autonómicas carecen de razón de ser tanto desde la óptica del pluralismo informativo como de la rentabilidad económica y financiera. Se han convertido, al igual que otras empresas públicas, en verdaderas agencias de colocación de personas afines, garantizándose los partidos políticos líneas editoriales y fidelidad absoluta a sus postulados.

Está fuera de toda lógica y de cualquier racionalidad económico-financiera mantener unas televisiones que generan pérdidas crónicas y que tan solo sobreviven gracias a las subvenciones recibidas de los gobiernos autonómicos.

Veamos, en base a las cuentas anuales consolidadas de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (en adelante CCMA) de los últimos siete ejercicios, la racionalidad económico-financiera de mantener la corporación audiovisual de Cataluña, comunidad que más gasta en mantener medios propios de comunicación.

En el cuadro siguiente podemos observar la evolución del resultado consolidado del ejercicio y cuál sería el mismo descontando las aportaciones de la Generalidad contabilizadas como subvenciones de explotación incorporadas al resultado de ejercicio:



Estamos hablando de una Corporación que, sin las aportaciones de la Generalidad (1.915 millones de euros en los últimos 7 años), es completamente inviable. Recordemos que estas subvenciones las pagamos todos los españoles.

¿Se imaginan donde estarían las televisiones privadas con estos datos?

Es también interesante observar el detalle de los fondos propios consolidados al cierre del ejercicio 2016. En este detalle vemos unos resultados negativos de ejercicio anteriores de más de 780 millones de euros. Siendo una cifra ya de por sí escandalosa, piensen cual sería la misma si la CCMA no hubiera recibido las aportaciones de la Generalidad vía subvenciones.

Curioso resulta comprobar que el mastodonte televisivo catalán (consolidado) cuenta con una plantilla de 2.319 personas, cifra muy superior a la plantilla de Mediaset (1.266 empleados) o Atresmedia (1.800 empleados). Recordemos que, no como ocurre con la televisión española, la CCMA puede tener ingresos publicitarios.

Vamos a ver a continuación una comparativa de la cifra de negocios (principalmente ingresos publicitarios) con la de gastos de personal en los últimos 7 años:


¿Alguien duda que no funciona como una verdadera agencia de colocación una corporación donde los gastos de personal suponen 2,4 veces la cifra de negocios?

¿No creen que estamos hablando de una plantilla sobredimensionada? Pero bueno, parece que a algunos se les debe permitir todo.

Hemos visto para el ejercicio 2016 la cifra de negocios (67,5 millones de euros) y los ingresos por las aportaciones de la Generalidad (237,6 millones de euros) en cuadros anteriores. Veamos ahora la distribución de los ingresos consolidados del mencionado ejercicio:



La dependencia de las aportaciones de la Generalidad es bastante clara y explica la falta de pluralidad que ha existido en los medios audiovisuales públicos catalanes desde hace mucho tiempo.

La gestión del dinero de todos los españoles debe guiarse por la búsqueda de la eficiencia en la asignación de los recursos con objeto de financiar servicios públicos esenciales, sin dejar de lado la búsqueda de la racionalidad económico-financiera.

Esta indagación sobre una gestión diligente de los fondos públicos conduce inexorablemente a solicitar el cierre o privatización de la totalidad de los medios audiovisuales públicos autonómicos. Esta medida debería comenzar, por urgencia y necesidad, por la televisión y radio autonómicas de Cataluña.

Esta es mi opinión


Pablo Sáez Alonso-Muñumer
Vicesecretario del Consejo Político de Vox