domingo, 23 de agosto de 2015

Unas reflexiones sobre el empleo

En el periodo de crecimiento económico que estamos viviendo, uno de los principales objetivos de nuestros políticos debería ser crear las condiciones para que esa recuperación se notara con mayor intensidad en el mercado de trabajo. Es la creación de empleo y la calidad del mismo, aspiraciones que deberían presidir cualquier reunión de nuestros representantes políticos y piedra angular de la acción de gobierno.
Definido el objetivo, la creación de empleo de calidad, conviene sentarse a reflexionar sobre los factores que afectan al mismo. Podemos citar los siguientes:
1.      Factores que afectan a las personas dispuestas a trabajar. En este caso podemos citar como más importantes:

a.      Importe del salario por el que trabajarían. Es claro en este caso el impacto negativo sobre el salario de la existencia de altas tasas de desempleo.

b.     Importe del salario mínimo. Si el mismo está muy cercano o incluso es inferior a la prestación por desempleo, la motivación para buscar trabajo es reducida.

c.      Cualificación de las personas  que buscan empleo y su fácil movilidad tanto geográfica como sectorial.

2.      Factores que afectan a la demanda de trabajo por las empresas. Incluimos los siguientes:

a.      Aumento de la demanda interna de bienes y servicios. Es claro que una mayor demanda impulsará la contratación a menos que la misma se pueda cubrir con horas extras en las empresas (¿Son solidarias y sociales las horas extras?) o aumento de las importaciones.

b.     Aumento de la inversión en las empresas. Nuevas inversiones acompañan a nuevos proyectos y para dirigirlos se necesitan las personas adecuadas. A este respecto hemos de reflexionar sobre el nivel de inversión que se produjo en España en la época del crecimiento basado en la construcción donde la mano de obra era tan barata, gracias a las políticas de inmigración, que se buscaba el beneficio sin inversión, planteamiento marcadamente cortoplacista.

3.      Los costes del trabajo. Forman parte de los costes del trabajo el importe del salario, los costes para las empresas (cotizaciones sociales) así como otros costes indirectos como los asociados a la contratación o despido.

A este respecto vemos la importancia de contener los costes laborales siempre que no existan aumento de la productividad o aumento del precio de los productos vendidos. A sensu contrario un aumento de la productividad permite aumentar los salarios sin un impacto negativo en las empresas. Debemos plantearnos el modelo de empresas que queremos fomentar y la importancia del factor retributivo para su futuro. Medidas que fomenten la participación de los trabajadores en la gestión de la misma y la potenciación de las participaciones de los trabajadores en los beneficios, establecimiento de primas de productividad y apertura de mira en caso de dificultades (es preferible reducir tu jornada que una reducción de empleo), son medidas importantes para la continuidad de las empresas.

4.      La negociación colectiva y características del mercado de trabajo. En este tema hay que introducir el papel de los sindicatos que en España han demostrado estar más interesados  en la gestión del dinero recibido del Estado vía subvenciones que en la defensa de los trabajadores y el empleo en España. Es significativo el caso alemán donde existen unos sindicatos fuertes sostenidos tan solo por las cuotas de sus afiliados pero plenamente conscientes que su fuerza estriba en el mantenimiento de la productividad de la empresa  y por ende de la productividad de la economía alemana (no de la europea, de la alemana).

Como características del mercado de trabajo no podemos dejar de lado los siguientes aspectos:

a.      Cualificación de los trabajadores. Es clara la relación entre cualificación de los trabajadores y la productividad de una empresa y por tanto el efecto positivo de políticas formativas que se deben plantear desde todos los niveles de la educación.

b.     Segmentación de la “bolsa de parados”. No es posible buscar una solución a la cifra actual de parados en España sin afrontar el hecho de que existe un número muy significativo de personas de baja cualificación.  Cada segmento tiene una problemática diferente y entenderla es básico para poder proponer iniciativas.

Es imprescindible tener una visión clara del modelo económico y del mercado laboral que queremos para España. Ello implica pensar en el medio y largo plazo y no guiarse tan solo por políticas cortoplacistas, muchas largamente aplaudidas no hace mucho tiempo. Decía Winston Churchill que “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”.



Pablo Sáez Alonso-Muñumer

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