En el periodo de crecimiento económico
que estamos viviendo, uno de los principales objetivos de nuestros políticos
debería ser crear las condiciones para que esa recuperación se notara con mayor
intensidad en el mercado de trabajo. Es la creación de empleo y la calidad del
mismo, aspiraciones que deberían presidir cualquier reunión de nuestros
representantes políticos y piedra angular de la acción de gobierno.
Definido el objetivo, la creación
de empleo de calidad, conviene sentarse a reflexionar sobre los factores que
afectan al mismo. Podemos citar los siguientes:
1. Factores
que afectan a las personas dispuestas a trabajar. En este caso podemos citar
como más importantes:
a.
Importe del salario por el que trabajarían. Es
claro en este caso el impacto negativo sobre el salario de la existencia de
altas tasas de desempleo.
b.
Importe del salario mínimo. Si el mismo está muy
cercano o incluso es inferior a la prestación por desempleo, la motivación para
buscar trabajo es reducida.
c.
Cualificación de las personas que buscan empleo y su fácil movilidad tanto
geográfica como sectorial.
2. Factores
que afectan a la demanda de trabajo por las empresas. Incluimos los siguientes:
a.
Aumento de la demanda interna de bienes y
servicios. Es claro que una mayor demanda impulsará la contratación a menos que
la misma se pueda cubrir con horas extras en las empresas (¿Son solidarias y
sociales las horas extras?) o aumento de las importaciones.
b.
Aumento de la inversión en las empresas. Nuevas
inversiones acompañan a nuevos proyectos y para dirigirlos se necesitan las
personas adecuadas. A este respecto hemos de reflexionar sobre el nivel de
inversión que se produjo en España en la época del crecimiento basado en la
construcción donde la mano de obra era tan barata, gracias a las políticas de
inmigración, que se buscaba el beneficio sin inversión, planteamiento
marcadamente cortoplacista.
3. Los
costes del trabajo. Forman parte de los costes del trabajo el importe del
salario, los costes para las empresas (cotizaciones sociales) así como otros
costes indirectos como los asociados a la contratación o despido.
A este respecto
vemos la importancia de contener los costes laborales siempre que no existan
aumento de la productividad o aumento del precio de los productos vendidos. A
sensu contrario un aumento de la productividad permite aumentar los salarios
sin un impacto negativo en las empresas. Debemos plantearnos el modelo de
empresas que queremos fomentar y la importancia del factor retributivo para su
futuro. Medidas que fomenten la participación de los trabajadores en la gestión
de la misma y la potenciación de las participaciones de los trabajadores en los
beneficios, establecimiento de primas de productividad y apertura de mira en
caso de dificultades (es preferible reducir tu jornada que una reducción de
empleo), son medidas importantes para la continuidad de las empresas.
4. La
negociación colectiva y características del mercado de trabajo. En este tema
hay que introducir el papel de los sindicatos que en España han demostrado
estar más interesados en la gestión del
dinero recibido del Estado vía subvenciones que en la defensa de los trabajadores
y el empleo en España. Es significativo el caso alemán donde existen unos
sindicatos fuertes sostenidos tan solo por las cuotas de sus afiliados pero
plenamente conscientes que su fuerza estriba en el mantenimiento de la
productividad de la empresa y por ende
de la productividad de la economía alemana (no de la europea, de la alemana).
Como
características del mercado de trabajo no podemos dejar de lado los siguientes
aspectos:
a.
Cualificación de los trabajadores. Es clara la
relación entre cualificación de los trabajadores y la productividad de una
empresa y por tanto el efecto positivo de políticas formativas que se deben
plantear desde todos los niveles de la educación.
b.
Segmentación de la “bolsa de parados”. No es
posible buscar una solución a la cifra actual de parados en España sin afrontar
el hecho de que existe un número muy significativo de personas de baja
cualificación. Cada segmento tiene una
problemática diferente y entenderla es básico para poder proponer iniciativas.
Es imprescindible tener una visión clara del modelo económico
y del mercado laboral que queremos para España. Ello implica pensar en el medio
y largo plazo y no guiarse tan solo por políticas cortoplacistas, muchas
largamente aplaudidas no hace mucho tiempo. Decía Winston Churchill que “El político
se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones
y no en las próximas elecciones”.
Pablo Sáez Alonso-Muñumer