La responsabilidad para quienes nos importa lo que sucede en la
economía, nos afectan los problemas de la sanidad, nos concierne la política educativa,
nos atañe lo que sucede en el mundo y su impacto en la vida diaria de nuestro país,
lleva consigo compartir nuestras propuestas e ideas sobre los asuntos que nos
preocupan a los españoles. El compromiso
no es más que materializar nuestra responsabilidad dando un paso adelante y militar en el
partido político más cercano a nuestros principios y valores.
Al contrario de lo que sucede en
el espectro ideológico de la izquierda,
la derecha sociológica tiene miedo de defender sus posiciones y se limita a
exponer sus puntos de vista en charlas privadas y, como mucho, apoyar
asociaciones que se consideran adalides en la defensa de unos valores. Asociaciones
que deberían (no lo hacen) orientar a quienes con ellas simpatizan sobre las
opciones políticas más cercanas a sus postulados.
La derecha sociológica tiene miedo de defender el derecho a la
vida, se acobarda a la hora de
defender la unidad de España frente a los independentistas,
se amedrenta ante le imposición de una memoria
histórica parcial y revanchista, se amilana ante una ideología de género improcedente, se apoca a la hora de plantear una verdadera reforma del Estado, se encoge de
hombros ante quienes reclaman un menor
gasto público y menores impuestos alegando razones peregrinas, se atemoriza
a la hora de plantear una verdadera reforma
educativa basada en la libertad de elección de los padres, se asusta a la
hora de acometer el tema inmigratorio
y la amenaza del fundamentalismo
islámico.
Si los asuntos nos importan, la responsabilidad nos debe conducir a
defender nuestra posición firmemente y apoyar
a aquellos partidos políticos, al ser actualmente el cauce principal de
representación de los ciudadanos, con
quien nos sintamos en mayor sintonía con su programa. No pretendamos
coincidir con la totalidad de sus propuestas ni pretendamos que actúe siempre como
nosotros queremos. En todo grupo existen tantos puntos de vista como personas
lo forman, pero tan solo se mantiene unido aquel en que todos sus componentes
tienen claro los principios sobre los que se sustenta.
Responsabilidad
y compromiso fueron los principales estímulos que me llevaron a afiliarme a VOX
y que hoy me mantienen trabajando por este proyecto que debe servir para
canalizar las propuestas de un sector de los españoles actualmente huérfano de
representación en el Parlamento.
Pablo Sáez Alonso-Muñumer
Vicesecretario del
Consejo Político de VOX
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