Hoy, con ocasión del Día Internacional de
los Trabajadores, gran número de ciudadanos ha salido a la calle para unirse a
alguna de las manifestaciones convocadas por los sindicatos. Este año el lema
elegido por las dos principales, aunque desprestigiadas y poco representativas,
organizaciones sindicales (UGT y CCOO) ha sido el siguiente:
“No
hay excusas. Empleo estable, salarios justos, pensiones dignas, protección
social".
Creo que es un lema que podemos hacer
nuestro la gran mayoría de los ciudadanos. No son por tanto las
reivindicaciones que plantean lo que a los españoles nos aleja del politizado
movimiento sindical español sino que son las medidas propuestas para ello y los
compañeros de viaje elegidos. Es de sentido común pensar que cuando las medidas
se enmarcan dentro de un gran pacto
social entre Ejecutivo, sindicatos y empresas, serán mucho más eficaces que cuando
se plantean en un marco de enfrentamiento constante como el que pretenden ciertos movimientos, mas populacheros que populistas, de la izquierda española.
SI
a la reclamación de un empleo estable pero antes reivindiquemos más
empleo.
De acuerdo a la Encuesta de Población
Activa (EPA) del primer trimestre de 2017, en España existen 4,2 millones de
parados (un 18,75% de la población activa), colectivo que debe ser objetivo primordial
de toda acción política. Si hablamos de la
necesidad de crear empleo y pensamos que el mayor y más eficiente vehículo de
creación de empleo es la empresa privada, debemos plantear medidas de apoyo
a las empresas y emprendedores. Medidas tales como la simplificación de
trámites, reducción de la carga impositiva (cotizaciones sociales e impuesto
sobre sociedades) o facilitar su expansión internacional.
Impulsemos medidas de fomento del empleo
estable incentivando fiscalmente a las
empresas que creen empleo en el territorio nacional y que mantengan la
localización de la mayor parte de las actividades en nuestro país.
Pensemos por otro lado en crear un entorno
que favorezca la estabilidad en el empleo y reflexionemos acerca de la necesidad
de eliminar rigideces del mercado
laboral (especialmente cuando de ello dependa la continuidad de un negocio)
o la conveniencia de implantar modelos que permitan al trabajador disponer de
fondos adicionales propios que se constituirían durante su vida laboral.
SI
a la reclamación de salarios justos en un entorno de continuidad
empresarial.
Es indudable que en España la pérdida de
la ocupación acaecida durante la crisis ha afectado en mayor medida a los
trabajadores de sectores de la franja salarial media que son también quienes más
lentamente está recuperando el nivel de empleo perdido. Es urgente por tanto potenciar una oferta educativa que permita
aprovechar las oportunidades que brindan las nuevas
tecnologías y reemplazar, así, los puestos de trabajo medios que se pierden por otros nuevos de mayor calidad.
tecnologías y reemplazar, así, los puestos de trabajo medios que se pierden por otros nuevos de mayor calidad.
Fomentemos incorporar a los sistemas de remuneración el pago por
rendimiento al conjunto de trabajadores, de tal forma que una parte de la
remuneración fuese variable y dependiese del desempeño individual
(productividad y consecución de objetivos) y de los resultados de la empresa. Valoremos la situación financiera propia de
cada empresa (en ambos sentidos) a la hora de fijar los incrementos
salariales e incentivemos la involucración de los trabajadores en su
desarrollo.
Aumentar la productividad de las empresas, potenciar la formación de los trabajadores y perseguir el fraude y la economía
sumergida son así mismo factores determinantes para que en España crezca el
salario medio, que actualmente se encuentra por debajo de los principales países
de nuestro entorno.
SI
a la reclamación por unas pensiones dignas en un marco que garantice la
propiedad por el trabajador.
Reclamamos el plantearnos la idoneidad de
un sistema en el que después de toda una vida cotizando, el trabajador no
dispone de ahorro alguno y su pensión depende de decisiones políticas. Debemos
por tanto no solo reivindicar pensiones dignas, debemos exigir el cambio a un
sistema en el que se reconozca la propiedad de las aportaciones realizadas, la
libertad para gestionarlas y la posibilidad de transmitirlas a tu familia.
Caminemos hacia un sistema donde las pensiones sean propiedad del
trabajador y no instrumento político en manos del Gobierno de turno.
SI
a la reclamación por la protección social en un sistema donde el gasto
público se oriente a cubrir las verdaderas necesidades.
Debemos exigir una revisión completa del gasto público en España. Es
verdaderamente preocupante el hecho que los políticos actuales se encuentran
más interesados en mantener ineficientes e innecesarias administraciones públicas
y en recibir subvenciones públicas que en destinar el gasto a cubrir las
necesidades de los ciudadanos y proteger a colectivos desfavorecidos.
Es misión del Estado, en la definición de los esquemas
de protección social, implantar
políticas activas de empleo orientando a los desempleados en su búsqueda de
trabajo y diseñando programas de formación continúa teniendo en cuenta la
demanda del mercado laboral. Políticas que permitirían a los ciudadanos
disponer de mayores posibilidades de salir de la situación de desempleo con
mayor celeridad.
Por
tanto un SI rotundo a las peticiones de empleo estable, salarios justos,
pensiones dignas y protección social. Un SI categórico por la
confianza en la responsabilidad de trabajadores y empresarios para lograr un
gran pacto social que permita el crecimiento de las empresas y la creación de
empleo estable y de calidad.
Esta es mi opinión
Pablo Sáez Alonso-Muñumer
Vicesecretario Nacional del Consejo Político de Vox